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Abuelos niñeros

Abuelos niñeros


Hoy vivimos en una sociedad en la que, por distintas razones, ambas partes de una pareja son laboralmente activos. Si además tienen hijos, surge una pregunta difícil de responder: ¿quién cuida a los niños?

La respuesta a este interrogante puede tener distintos matices: el colegio de doble escolaridad se presenta como una solución, pero en ocasiones sólo lo es en parte, ya que para el horario de salida tal vez los padres aún estén trabajando, la contratación de una niñera implica un gasto mensual adicional como así también los talleres de arte o las actividades extracurriculares como inglés o deporte que requieren el acompañamiento de un adulto.

Es en estas situaciones donde el rol del abuelo se ha ido modificando, pues frente a estas necesidades, se aleja de la figura de colaborador para comprometerse de lleno en la crianza de sus nietos. La duda que se genera es si este rol trae aparejado algún beneficio en los adultos mayores, dado que no sólo se convierten en niñeros sino también en choferes, cocineros, maestros particulares y, en ocasiones, hasta renuncian a sus responsabilidades o a sus hobbies para cumplir con este rol.

El cuidado de los niños mejora el humor de los abuelos, al sentirse rejuvenecidos por la energía que necesitan para seguir el ritmo de los niños. Se sienten activos. Desde el aspecto físico, porque acompañan a los chicos a sus diversas actividades. Desde el aspecto mental, el cuidado incrementa el rendimiento cognitivo por la búsqueda de pasatiempos, la colaboración en la realización de los deberes y en la implementación del uso de nuevas tecnologías.

En esta relación, entre nieto y abuelo, se genera un vínculo muy importante. El niño encuentra en el adulto mayor a una persona de suma confianza. La comunicación entre ellos es vital y los chicos hasta suelen contar cosas que no se animan a hacerlo con sus padres.

Es por ello, que en la actualidad los adultos mayores ocupan un rol destacado dentro del ámbito familiar, quedando de lado el sentimiento de soledad o la ansiedad por ocupar el tiempo libre.

Este nuevo rol del adulto mayor siempre tiene que estar en comunión con sus hijos, pues al compartir la educación de los niños se deben establecer una serie de pautas en común para establecer límites, horarios y control para beneficio de los niños y armonía de la familia.

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