La importancia psicológica y social de la internación domiciliaria

Cuando se toma el concepto de internación domiciliaria, en general, se asocia con el equipamiento técnico y con la recuperación y rehabilitación física. Si bien es cierto que esta definición es importante, también hay una descripción vinculada con el espectro psicológico y social que adquiere un valor de suma importancia para cualquier tratamiento.

Al comenzar a analizar este segundo aspecto, el rol de la familia ocupa un rol primordial en el desarrollo mental del paciente. La compañía permanente y el acompañamiento durante las veinticuatro horas pasan a formar parte de un lugar muy importante para la recuperación de la persona que busca mejorar su calidad de vida. Teniendo en cuenta que estamos hablando de adultos mayores, la necesidad de sentirse rodeados por sus seres queridos colabora en el ánimo del enfermo. Según los especialistas, el buen humor y el espíritu positivo lleva a que la recuperación se facilite y el paciente se sienta cómodo y en un ambiente confortable.

Por último, el contacto permanente entre el paciente y los médicos también genera una situación de confianza que lleva al adulto mayor a dedicarse de lleno a su recuperación. Los profesionales que trabajan en internación domiciliaria suelen ser un staff estable que genera una relación más profunda que la que generalmente existe entre el médico y el paciente.

Por todo lo mencionado, la internación domiciliaria no sólo es beneficiosa en que evita infecciones intrahospitalarias sino que además permite mejor estimulación en el paciente estando en su propia casa rodeada de sus seres queridos y colabora desde el plano psicológico, social y emocional.